domingo, 17 de abril de 2016

Cual es mi causa

En el mundo en el que vivimos hay tantas causas abiertas que resulta complicado elegir una sin olvidar a las demás. Hace un rato que leí el blog de una compi, Maribel, que dejo enlazado aquí pues vale la pena visitar:https://t.co/fkShJJf4Om.
Observo el modo en que vivimos y me pregunto en qué momento nos observamos a nosotros mismos, nos detenemos en el camino para reflexionar, para coger aire y preguntarnos si este es el camino que un día decidimos tomar o si nos encontramos en este punto (el que sea) llevados por la corriente...
Sin duda es una pregunta valiente aunque dificil de responder... quizás en la respuesta haya un poco de ambas...
¿Os habéis preguntado por qué parece difícil? Yo tengo la impresión de que la causa es sencilla: no nos han enseñado.
La libertad sin duda es una causa preciosa, en parte la mía pero, es necesario reflexonar sobre cuales son las bases de la libertad, sobre qué se sostiene y sobre aquello que nos permite ejercerla.
¿Se puede ser libre sin conocerse? Dejo esta pregunta abierta.
¿Puede ser que seamos nostros mismos nuestro peor carcelero?
Es posible que estemos inmersos en una sociedad en la que prima el producto, el consumo, el objetivo y en la que el camino, la compañia y el autoconocimiento estén relegados a un segundo plano y que, desde esta perspectiva la causa quede algo nublada, se pierda entre la maleza.
Sería posible entonces que mi causa fuera barrer todas esas cosas, todo ese mercado que no nos permite mirarnos, entendernos, respetarnos... Todos esos ruidos que interfieren el la comunicación, que no nos permiten relacionarnos... atender a nuestro carácter social.

Puede ser mi causa despertar la capacidad de entendernos, de escucharnos, de dialogar, de ser capaces de convivir desde el respeto, desde lo enriquecedor de la diferencia, de la diversidad.

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