domingo, 9 de octubre de 2016
2015/16, Paideia en el ciberespacio.
domingo, 17 de abril de 2016
Estoy en aquello en lo que no me atrevo...¿Una zona de tránsito?
Ver cuales son tus inquietudes o tus metas es necesario y no es que esté mal pero, parece que mirar fijamente el final del trayecto no nos permite observarnos, sentirnos y descubrir entonces el motor, aquello que nos dirige y cuál es el combustible necesario.
Creo que todos desde pequeños hemos soñado son ser médic@s, ingenier@s, educador@s, cociner@s, pilot@s de formula uno... en fin cualquiera de las mil opciones que nos vende la vida.
Es complicado conjeturar sobre la vida de cada uno puesto que todos estamos hechos de historias, de momentos, que además se enlazan, se suceden o se entrecruzan, de manera que alterar una sola de esas historias, implicaría alterar todo el conjunto, nosotros mismos. (creo que debo agradecerle a Eduardo Galeano que nos traslade el secreto que le contó su pajarito, me sirvió de inspiración para esta entrada).
De todas las cosas que he venido dejando a medias en mi vida, unas veces por circunstancias externas y otras por miedo o por sentimiento de incapacidad (no os asustéis, es más común de lo que nos gustaría), la de retomar mis estudios es sin duda la que más amargura me suponía... Cuántas veces pensé volver a estudiar desde la tristeza o la melancolía...
Aquí hay una doble refléxion: Mi deseo inclumplido de ampliar mis conocimientos y el sentimiento que me producía entender que no tengo la capacidad necesaria... es importante observar como estos dos planteamientos actúan como limitantes
Esta sensación no ser lo suficiente te lleva a guardarte tus reflexiones en un bolsillo o a perderlas por el camino, al final a tildarlas de tonterías.
Y aquí es donde he empezado a romper mi zona de confort.... no se si a reconstruirla y ampliarla o para observar el lugar donde no quiero volver, el caso es que me encuentro divinamente rompiendo mi confort y explorando donde puedo llegar y donde me falta un poquito.
Cual es mi causa
Observo el modo en que vivimos y me pregunto en qué momento nos observamos a nosotros mismos, nos detenemos en el camino para reflexionar, para coger aire y preguntarnos si este es el camino que un día decidimos tomar o si nos encontramos en este punto (el que sea) llevados por la corriente...
Sin duda es una pregunta valiente aunque dificil de responder... quizás en la respuesta haya un poco de ambas...
¿Os habéis preguntado por qué parece difícil? Yo tengo la impresión de que la causa es sencilla: no nos han enseñado.
La libertad sin duda es una causa preciosa, en parte la mía pero, es necesario reflexonar sobre cuales son las bases de la libertad, sobre qué se sostiene y sobre aquello que nos permite ejercerla.
¿Se puede ser libre sin conocerse? Dejo esta pregunta abierta.
¿Puede ser que seamos nostros mismos nuestro peor carcelero?
Es posible que estemos inmersos en una sociedad en la que prima el producto, el consumo, el objetivo y en la que el camino, la compañia y el autoconocimiento estén relegados a un segundo plano y que, desde esta perspectiva la causa quede algo nublada, se pierda entre la maleza.
Sería posible entonces que mi causa fuera barrer todas esas cosas, todo ese mercado que no nos permite mirarnos, entendernos, respetarnos... Todos esos ruidos que interfieren el la comunicación, que no nos permiten relacionarnos... atender a nuestro carácter social.
Puede ser mi causa despertar la capacidad de entendernos, de escucharnos, de dialogar, de ser capaces de convivir desde el respeto, desde lo enriquecedor de la diferencia, de la diversidad.
miércoles, 6 de abril de 2016
El viaje de mi vida
martes, 1 de marzo de 2016
Un concepto nuevo?
La pedagogía del confort, un nuevo descubrimiento.
Este es uno de esos conceptos que escuchas en un lugar, en un momento determinado y, cuando lo descubres, empiezas a verlo en todos los lados,y además lo enfocas desde un lugar distinto lo cual tiene gracia porque le puedes dar miles de vueltas pero siempre llegas al mismo sitio... es como dar la vuelta al mundo, atravesarlo...
En principio tendemos a relacionar confort con bienestar, con paz... con control. Que idea tan maquiavélica pensar que el control es algo positivo... ¿Raro, verdad?
Voy a hacer un juego de palabras: conocido, cómodo, confort, control... trampa. La trampa de acabar dependiendo de una falsa comodidad que se adquiere con cosas, con cosas y sin pensar... la mejor manera de funcionar, de hacer vida es que pasen los días y todo esté en calma, la quietud, el orden...
¿ Qué hay más simple que la imitación? la repetición, la REPRODUCCIÓN....Parece una tontería pero, los humanos aprendemos así, se podría afirmar que nos sale solo, lo llevamos dentro. Se puede afirmar que llevamos repitiendo siglos una misma pauta y pensamos que esto es evolución.
Parece que el debate se centra ahora en el uso de las tecnologías, dentro o fuera de las aulas...
¿Qué ocurre cuando sentimos que algo se nos escapa? Prohibimos, apartamos, rechazamos. Limitamos su uso para cuestiones concretas que nos permitan mantener el control de una situación. Nos cargamos de un montón de razones para mantener viejas costumbres, viejos métodos...
Pero, si uno del los objetivos de la educación es socializar, la sociedad en la que vivmos se desarrolla en gran parte en el mundo virtual y la escuela no refleja e introduce esta realidad de nuestro presente ¿Para qué estamos educando? Sería muy valiente afirmar que lo que se pretende es que el mundo siga funcionando atado a unas cadenas, que la escuela sea un método para reproducir las bases de un sistema que se mantiene gracias al abuso, la autoridad y la esclavitud que ofrece.
Sería ilógico pensar que desde las instituciones, por lo menos en la actualidad vayan a poner solución a la problemática existente en el sistema educativo, puesto que es donde se encuentra la materia prima, la base de su pedestal.
Con la educación controlada, se aseguran generaciones y generaciones de nuevos esclavos. La maquinaria perfecta para que nos sintamos libres y seamos nosotros mismos los que defendamos nuestra esclavitud en aras de la libertad.
Es la trampa del confort, llevado a la ciencia, su pedagogía.
sábado, 27 de febrero de 2016
Buscando un sitio en un no sitio... ¿Paradoja?
No hace mucho comencé mi aventura universitaria, me decanté por la UNED sinceramente porque es pública, desde fuera lejana e impersonal. Cuenta con miles de alumnos, al concebirse en un mundo sin espacio físico permite perfectamente operar desde el silencio.
Creo que no es extraño en la vida de alguien que se decide a emprender cualquier andanza, un proyecto personal de cualquier índole, se encuentre con que eso que imaginó dista mucho de la realidad, más aun en estos tiempos en los que el cambio la transformación, la metamorfosis, se produce casi más rápido que un pestañeo.
Cuestión de mi singularidad es dar el alma en cada paso, en cada proyecto, en cada decisión vital así que, como tantas otras veces que empecé algo, me sumergí en un mundo nuevo y apasionante, lleno de retos, de esos que casi día a día, producen inseguridad y miedo. Esa sensación de incapacidad que muchas veces nos hace abandonar, que nos hace regresar a lo conocido, mantenernos en estado latente, mientras la vida continúa a nuestro alrededor a la velocidad que acostumbra.
Recien descubierto mi analfabetismo digital y lo que supone... Después de un semestre y dos asignaturas, decido poner en práctica eso de "aprender haciendo", hoy empieza el diario de una colonizadora digital.... Tengo un Blog, todavía no se de que llenarlo, pero sobre la marcha lo iré descubriendo... es mío después de todo, no?
https://www.youtube.com/watch?v=F8h87YgPicw